Reseña ❤ Desde que te fuiste

¡Buenas noches! ¿Qué tal el inicio de septiembre? Yo estoy deprimida :( No quiero empezar la universidad y la rutina, porque este año va a ser un descontrol y en fin. Además, mis vacaciones han sido estupendas (jeje me fui de viaje a NY) y aun estoy aceptando el hecho de que he ido y me he vuelto y era todo fantástico y como una película y ahora estoy en mi casa normal y corriente y lloro. 

En fin, para empezar a recuperar el ritmo de la rutina os traigo una reseña de un libro muy veraniego que leí hace poquito y al que le tenía muchas ganas desde que lo vi: Desde que te fuiste, de Morgan Matson.

❤ Título: Desde que te fuiste
❤ Título original: Since you've been gone
❤ Serie: Autoconclusivo
❤ Autora: Morgan Matsom
❤ Editorial: Plataforma Neo
❤ ISBN: 9788416429042
❤ Páginas: 384
❤ Año: 2015
❤ Precio: 17€

❤ Emily y Sloane siempre han sido mejores amigas. Pero, justo antes del que debería haber sido el verano más épico de todos, Sloane simplemente... desaparece. Y lo único que deja atrás es una lista de cosas por hacer. En ella, hay trece tareas que Emily no haría jamás. Pero ¿y si sirvieran para devolverle a su amiga? ¿Coger manzanas por la noche? Vale, eso es fácil. ¿Bailar hasta el amanecer? Claro. ¿Por qué no? ¿Besar a un desconocido? Eh...   Emily ahora se enfrenta a un verano lleno de sorpresas, aunque contará con la ayuda inesperada de Frank Porter para tachar elementos de la lista de Sloane. ¿Nadar desnuda? Espera... ¿qué? ❤

Emily pensaba que ese verano sería genial, saliendo todo el tiempo con su mejor amiga Sloane, pero ella desaparece sin dejar rastro. No contesta al teléfono, no le ha dejado ninguna nota, y Emily ya no sabe dónde más buscarla. No obstante, pronto le llega una carta de Sloane: es una de sus listas de cosas que hacer, cosas que nunca se atreve a intentar, y Emily piensa que realizar todos los puntos puede acercarla a Sloane, y acabar encontrándola. 

Este libro me ha gustado bastante, es ideal para leer en verano, ya que es fresco, entretenido, ligero y fácil de leer. Además, esa portada (que me parece preciosa, por cierto) evoca totalmente los días de verano. Por si no fueran esos motivos suficientes para leerlo en verano, el libro trascurre en los tres meses que duran las vacaciones, así que... 

Una de las cosas que más me han gustado es la trama. Aunque el principio parece que no va a pasar mucha cosa, pues nos encontramos a una Emily totalmente perdida sin su amiga, en cuanto encuentra la lista el ritmo aumenta. Cada capítulo tiene por título una de las cosas por hacer, y en cada uno hace una de esas cosas. Además, siempre está ahí el misterio de dónde está Sloane y por qué se ha ido sin más, sin dar explicaciones.

Así, a medida que Emily completa la lista, empieza a conocer y hacerse amiga de gente que de otra manera no hubiera visto en todo el verano. Frank Porter, delegado del instituto y chico modelo, quien ese año se ha tenido que quedar en el pueblo, separado de su novia modelo Lissa. Su amigo Matthew Collins, un chico graciosete con mucho desparpajo que ese verano tiene un plan: encontrar novia. Y Dawn Nosequé (no recuerdo si se decía el apellido), una chica repartidora de pizzas que conoce a Em de una manera peculiar. 

Los personajes han estado bien, aunque les encuentro algunos peros. Emily al principio me agobiaba. No es tanto que eche en falta a su amiga y esté preocupada por las circunstancias de su desaparición, cosa normal en esa situación, sino que parece (en un principio) que no sepa hacer ABSOLUTAMENTE NADA sin su amiga. ¿No tienes ningún otro amigo? No sé, solo hace dos años que ella llegó al pueblo, ¿no había nadie antes? Al inicio es totalmente dependiente de ella, y ella misma piensa que se ha escondido siempre detrás de Sloane y ahora se encuentra perdida. Es muy tímida y no se maneja bien en las situaciones sociales.

En realidad estaba tratando de no pensar en lo fuertemente consciente que era de que había dos tipos de personas: las que podían hablar con cualquiera y hacerse amigos de ellos, y las que se pasaban las fiestas escondidas y sentadas contra un árbol.

Como punto positivo, el personaje evoluciona y al final deja de ser "la sombra de Sloane", se ve que sí tiene personalidad propia y puede pensar y tomar decisiones por ella misma. Esta evolución tiene que ver con arriesgarse a hacer las cosas de la lista, librarse de muchos de sus miedos y vergüenzas, y a los amigos nuevos que encuentra, los cuales no hacen que ella se mimetice con sus personalidades. Vaya, que madura y empieza a ser independiente. La idea que se puede sacar de este cambio en Em y del contraste entre la amistad de ésta con Sloane y con el nuevo grupo (o , vaya, lo que yo creo que transmite) es que las amistades no se basan en ser igual que tu amigo, sino en poder ser tú mismo y compartir tu tiempo con alguien acepta como eres sin intentar cambiarte. 

Por otro lado, Frank me ha gustado, vamos descubriendo que aunque muestre una imagen perfecta, es más de lo que parece. A Sloane la conocemos sobretodo por los pensamientos y recuerdos de Emily, y parece ser una chica llena de energía, capaz de hacer sombra a Em, abrumando con su desparpajo. Parece buena amiga, pero en ocasiones da la sensación de que mangonea a Emily, aunque claro, la otra se deja. Por último, la familia de Em es muy graciosa, tiene unos padres un poco chalados (son dramaturgos y profesores en la universidad de Stanwich) y su hermano es muy gracioso, un niño de 10 años aprox. que no para quieto. 

Como se cuece la amistad de Frank y Emily es un punto positivo del libro, pero me ha recordado mucho a la de Amy y Roger (los protagonistas de otro libro de la autora, Amy y Roger). La de este libro es una relación más elaborada y más creíble, ya que transcurre en unos tres meses, y ellos ya se conocían de antes aunque fuera poco, por lo que su evolución es más plausible y progresiva que la de Amy y Roger, que se conocen en unos cinco días. Igualmente, en este libro volvemos a encontrar un viaje en carretera y listas de reproducción de iPods, en la línea del anterior. 

Parecía como cuando te pones nervioso justo antes de que pase algo emocionante; el momento en que estás en equilibrio en la parte más alta de una montaña rusa, el silencio antes de una fiesta sorpresa, el segundo antes de saltar del trampolín pero antes del agua, cuando puedes cerrar los ojos e imaginar, durante tan solo un segundo, que estás volando. La sensación de que se aproximaban cosas buenas, que casi habían llegado, que lo harían en cualquier momento.  

Por último, el final se espera un poco, y como con Amy y Roger, echo en falta un epílogo o algo, me parece que deja las cosas muy en el aire y yo necesito los epílogos >.<

En definitiva, con una protagonista tímida que evoluciona y sale de su cascarón gracias a la lista de cosas por hacer de su amiga desaparecida y con un misterio que resolver (¿encontrarán a Sloane?), es un libro entretenido, muy apropiado para leer en verano, ya que evoca totalmente esa época. 

Morgan Matson (1981) creció en Nueva York y Connecticut y actualmente vive en Los Ángeles. Después de graduarse en Teatro, cursó un máster en Escritura para niños. Viajar es su gran pasión; de hecho, escribió Amy y Roger tras recorrer los Estados Unidos en coche tres veces. Sus libros se han traducido a doce idiomas.